La desproporcionada carga de trabajo no remunerado, cuidado a los enfermos y crianza, que recae sobre mujeres y niñas principalmente, afecta el acceso a la activación física en México. De acuerdo al Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico del INEGI, desde el levantamiento de la muestra en 2013, el promedio de hombres físicamente activos es de 46.68% a comparación de las mujeres con un 36.84%.
Según los resultados más reciente dados a conocer el pasado 28 de enero destacan que el 43.8% de los hombres declaró realizar deporte o ejercicio físico en su tiempo libre, mientras que en las mujeres la proporción es de 34.4 puntos porcentuales.
Con el paso de los años, las estadísticas no muestran mejoría para las mujeres. En 2013 el porcentaje fue de 50.2% para hombres y 38% para mujeres; en 2014, 52.1% para hombres y 39.3% para mujeres; en 2015, 50.5% para hombres y 38.2% para mujeres; en 2016, 47.7% para hombres y 36.7% para mujeres; en 2017, 49.8% para hombres y 36% para mujeres; en 2018, 48.4% para hombres y 35.6% para mujeres. Finalmente, en 2019 fue de 47% para hombres y 37.7% para mujeres.
Por otro lado, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señalan que las mujeres dedican hasta un 56% de su tiempo a tareas y labores no remuneradas como las domésticas, crianza de los hijos y el cuidado a los enfermos, principalmente. Mientras que los hombres sólo dedican un 30% a este tipo de labores. Brecha que influye en la disponibilidad que tienen hombres y mujeres para dedicarse en su tiempo libre a su vida profesional u otras actividades, como la práctica del deporte.
La activación física para las mujeres y niñas, es un reto que va más allá de sacrificios físicos, implica actos liderados por el desafío a los estereotipos de género conseguido tras décadas de lucha como la independencia financiera, recuperación de espacios físicos, priorizarse por encima de otras personas, repartición igualitaria en el trabajo doméstico y la crianza, entre otros. Paras las atletas de alto rendimiento implica también obtener las mismas oportunidades de participación, pelear los mismos salarios y premiaciones, ser respetadas, admiradas y reconocidas como cualquier otro atleta.